Esta es la forma más tradicional de realizar el Camino de Santiago, ya que era la empleada por los primeros peregrinos en la época medieval.
Actualmente, también es el método más usual para realizar el Camino, en 2015 unas doscientas treinta mil personas optaron por realizar alguno de los trazados hasta Santiago a pie.
Señalización en el Camino
Existen multitud de Caminos, estando la mayoría correctamente señalizados y adaptados para poder caminar sin apenas dificultad sobre ellos. Pero eso no es algo generalizado, ya que existen zonas no aptas para todos los públicos, teniendo siempre la posibilidad de desviarnos ligeramente por un sendero alternativo y proseguir así con nuestra ruta.
Debemos valorar nuestra forma física antes de preparar las etapas, para establecer los kilómetros que caminaremos cada día. Siempre teniendo en cuenta que es probable que tengamos que dejar algo para la improvisación, dependiendo de cómo nos encontremos cada día.
Preparación física para hacer el Camino de Santiago Andando
En cuanto a la preparación, sea cual sea el trazado que elijamos para dirigirnos a la ciudad del Apóstol, es recomendable realizar algún tipo de entrenamiento previo.
Si practicamos deporte asiduamente, tan sólo deberemos acostumbrarnos al peso y a la propia mochila.
Es recomendable salir a caminar unos días antes con ella algo cargada para poder comprobar cuál es nuestra resistencia física.
Algo muy importante es intentar pasear por lugares con pendientes y firmes diferentes, al menos durante una hora la primera semana e ir incrementando paulatinamente el tiempo de nuestra caminata.
Recuerda que no se trata de hacer el máximo número de kilómetros en el menor tiempo posible, sino que debemos adquirir resistencia y fortalecer lo máximo posible nuestras piernas.
La forma en la que lo hagamos también es muy importante para evitar lesiones, ya que debemos caminar erguidos y con el peso distribuido correctamente dentro de la mochila.
Un elemento clave que nos permitirá conservar la postura es el bordón peregrino.
Calzado para hacer el Camino a pie
El calzado es uno de los factores más importantes a considerar una vez que hemos decidido hacer el Camino a pie.
En ningún momento deberemos usar un calzado nuevo, quedará prohibido, sino que tendremos que ir “curtiéndolo” y haciéndonos a él en los meses previos.
Lo ideal es utilizar unas botas de trekking o unas zapatillas de deporte, que amortigüen en todo lo posible los terrenos irregulares.
Un apunte extra y fundamental es equiparnos con calzado de repuesto, siendo la mejor opción unas chanclas para los días más calurosos o en los que los pies nos pidan auxilio.
¿Cuándo es mejor peregrinar?
Es necesario pensar previamente en qué época del año en la que realizaremos el Camino, siendo de vital importancia llevar un gorro o visera para protegerse del sol, así como chubasqueros para aguantar las inclemencias meteorológicas.
La mejor época para realizar el Camino de Santiago es la primavera ya que se cuenta con temperaturas ideales y un clima que nos respetará durante toda nuestra peregrinación y no nos ofrecerá inconvenientes en forma de lluvias o calores sofocantes.
Saber más
Para más consejos sobre cómo realizar el camino a pie, cuánto debe pesar la mochila y qué debemos de llevar en ella o cuál debe ser tu ritual cada día para cuidar los pies lo máximo posible, dirígete a nuestro blog del peregrino, donde hablamos de las cuestiones vitales para el peregrino.