Vilalba

Casa de la Cultura

La Casa de la Cultura fue edificada en el año 1842 con la intención de establecer allí la sede del ayuntamiento y para albergar la cárcel del partido carlista. Actualmente su uso está destinado a la exposición de pinturas y fotografías.

Charca do Alligal

La Charca do Alligal es una piscina de aguas medicinales que se encuentra rodeada de un bosque de abedules, en una zona de abundante naturaleza.

La primera piscina que se construyó, en torno al año 1930, era de piedra y contaba con unas medidas más pequeñas. En cambio, la que se puede observar en la actualidad cuenta con unos 30 metros de diámetro y está hecha de hormigón. Del suelo de esta fuente medicinal manan diferentes orificios del manantial, que se pueden fácilmente apreciar por las burbujas que se forman y ascienden hasta la superficie.

Iglesia de Santa María

La iglesia parroquial de Santa María se encuentra enclavada en la plaza del mismo nombre y sustituye al viejo templo de estilo románico. La reconstrucción de la actual Iglesia fue en la segunda mitad del siglo XIX y llevada a cabo por Manuel Mato Vizoso, que según él mismo, conocía la anterior siendo tan sólo un niño.

Museo de Prehistoria y Arqueología

El museo de Prehistoria y Arqueología de Vilalba se encuentra situado en la calle Domingo Goás. Las actividades que se llevan a cabo en este museo tienen que ver sobre todo con la investigación, recogida, conservación y divulgación de la Prehistoria e Historia Antigua de Galicia. El museo es una Fundación Pública Municipal.

Hay una exposición permanente en la que el visitante disfruta de un recorrido por las diferentes culturas que se instalaron en épocas anteriores en el Noroeste de la Península Ibérica. Además de esta, se pueden apreciar otras exposiciones temporales que se repiten porque cuentan con una gran expectación, como son la celebración de seminarios, cursos y conferencias.

Paseo Fluvial

El paseo fluvial discurre por el entorno del río Madalena, en las proximidades del centro urbano de la localidad. El itinerario por el paseo comienza en el Molino del Rañego, en la carretera que lleva a la localidad de Baamonde, muy cerca de la villa, y termina en la playa fluvial.

A lo largo de todo el recorrido se pueden observar diversos molinos, puesto que todas las localidades que comprenden la comarca de la Terra Chá cuentan con una tradición ligada al cereal.   

Puentes

Debido a que Villalba es una localidad atravesada por diversos ríos, no podían faltar los puentes. Los más importantes de la localidad son el de Martiñán y el de Saá.

El puente de Martiñán fue construido en torno al siglo XVII sobre el río Batán y el de Saá permite atravesar el río Labrada. Este último ha sido restaurado combinando el estilo moderno con el medieval original. Cuenta con dos arcos de medio punto y una docena de desagües, que permiten que en los meses de invierno no se acumule el agua en él.

Torre de los Andrade

La Torre de los Andrade es lo único que se conserva del antiguo castillo, que sucedió a otra fortaleza de inicios del siglo XIV, en la época del rey Fernando IV de Castilla.

En 1341, la torre fue derruida cuando se produjo la Primera Revuelta Irmandiña. Volvió a reconstruirse pero, de nuevo, fue destruida en la Segunda Revuelta Irmandiña, entre los años 1467 y 1469. En el siglo XV se volvió a reconstruir y por fin ésta pervivió hasta nuestros días.

Llama mucho la atención la forma octogonal de esta torre, muy diferente a las demás que se pueden ver en Galicia.

En la actualidad, la torre funciona como Parador Nacional de Turismo, siendo, desde el siglo XV, el mayor testigo del provenir de la localidad.