PUNTOS DE INTERÉS ETAPA 3-b: OLVEIROA – MUXÍA

Monasterio de San Xiao de Moraime

Este precioso santuario románico data del siglo XII. Desgraciadamente de su construcción primitiva no se conservan demasiados elementos ya que durante el transcurso del tiempo fue destruido y reedificado en numerosas ocasiones. Está formado por una nave mayor de planta rectangular y otra más pequeña de planta cuadrada. Toda la estructura se encuentra reforzada con contrafuertes a los lados.

En el interior de la iglesia, uno de los elementos que más llama la atención son las grandes columnas unidas entre ellas mediante arcos de medio punto. Destacan además los rosetones a ambos lados de la nave central, justo debajo de unos vanos semicirculares.

En el año 1972 comenzaron las labores de investigación y de exploración de los terrenos colindantes al templo, en donde se encontraron restos romanos y antiguas sepulturas.

Paseo Marítimo

Recorriendo todo el litoral, el paseo marítimo de Muxía abarca desde la villa de A Cruz hasta el puerto pesquero de esta localidad. En él se encuentra la imagen de Gonzalo López, ilustre poeta que alabó la hermosura de esta tierra.

Piedra dos Cadrís

Con forma de riñón o hueso ilíaco, la Piedra dos Cadrís representa según la leyenda la vela del barco donde se manifestó la Virgen. Su importancia se debe al mito existente sobre sus propiedades curativas para los riñones y reuma, no obstante, la enfermedad sólo amainará o desaparecerá si se pasa 9 veces por debajo de la piedra.

Piedra de Abalar

Cuenta la leyenda que la localidad de Muxía está asociada con un conglomerado de piedras ubicadas en la Punta de la Barca y con el culto mágico y religioso sobre estas mismas.

La Piedra de Abalar, con un perímetro de 30 metros, es una de las más peculiares de todo el conjunto. De las muchas peculiaridades de esta piedra predomina la función adivinatoria, ya que esta era utilizada como instrumento de justicia para determinar la culpabilidad o inocencia de las personas que estaban siendo juzgadas por algún motivo.

Piedra el Timón

Vinculada a la leyenda de la Virgen, su nombre se debe a su forma, ya que simula el timón de un barco. Mientras se produjo la cristianización en estas tierras, el conjunto de piedras fueron de gran relevancia para los monjes del Monasterio de Moraime. Es a partir de este momento cuando comienzan a hacerse famosas diversas leyendas cristianas que tenían como objetivo disminuir la difusión de rituales precristianos.

Secaderos de Congrios

Tratándose de un método de producción artesanal y formados por estacas cruzadas donde cuelgan los congrios, son los únicos que hoy en día trabajan en España. Después de que el pescado haya sido lavado y preparado, los congrios repletos de aberturas colocadas de manera estratégica se ponen a secar y a curar con el viento, a merced en muchos casos de la meteorología. Antiguamente existieron dos más, el de Os Cascóns y el de A Pedriña.

Hórreo de San Martiño de Ozón

El hórreo de San Martiño de Ozón cuenta con aproximadamente 27 metros de longitud y se trata de uno de los mayores hórreos de toda la comunidad. Su construcción es de granito y se encuentra asentado mayoritariamente sobre unos pies y cepas con forma circular. Se localiza en el conglomerado de San Martiño de Ozón y, antiguamente, era en este hórreo en donde se almacenaban aquellas rentas que provenían de la recaudación del monasterio.

Iglesia de Nuestra Señora de la Barca

El Santuario de la Virgen de la Barca, debido al deterioro sufrido, y a pesar de que el primer documento que se conserva del Santuario data de 1544, se deduce que es durante los siglos XI y XII cuando se lleva a cabo la construcción de la capilla. Su reconstrucción se prolonga a lo largo de los años, hasta que en el 1719, finalmente, se levanta el templo actual.