Emprendemos esta nueva etapa desde la plaza de la Constitución, próxima al convento de San Francisco y en donde se emplaza el ayuntamiento. Por la calle López Seña alcanzamos en tan sólo unos minutos el paseo marítimo de Salvé, donde si el tiempo acompaña podremos descansar nuestros pies caminando sobre su fina y dorada arena. Esta playa de algo más de cuatro kilómetros de extensión se encuentra protegida por el antiguo puerto de El Canto y El Puntal en el otro extremo. Si viajamos en verano, la mejor opción es coger un barco que nos conducirá a Santoña desde el extremo de El Puntal, pero este servicio solo se encuentra disponible entre los meses de marzo y diciembre por lo que si viajamos fuera de este periodo deberemos coger un bus desde Laredo o realizar la variante de interior por Colindres, algo más larga.
Tras cruzar la ría atravesamos la ciudad primero por la plaza de la Concordia y luego por la calle Santander, siempre de frente. Al llegar a la plaza de San Antonio nos desviamos por la calle del Manzanedo, continuando de frente en la rotonda posterior y luego giramos por la calle de La Alameda buscando a lo lejos la playa de Berria. En la antigüedad Santoña era prácticamente una isla pero poco a poco fue formándose un istmo en la zona actual de las marismas, las cuales están consideradas un espacio natural de gran importancia tanto por la existencia de una variada fauna marina como por las aves migratorias procedentes del norte y del centro del continente europeo. Continuando por esta playa comenzamos a aproximarnos a El Brusco, promontorio de casi cien metros de altitud que divide las playas de Berria y Trengandín, perteneciente ya a la localidad de Noja.
Accedemos a ella por la plaza de la Villa, en honor a la concesión por parte de Felipe IV del título de villa, lugar donde se emplaza la iglesia de San Pedro. Este templo consta de una gran torre, de estilo gótico, conservando aún la primigenia capilla del convento anexo. Ya en el casco urbano, atravesamos la plaza y salimos por la calle de los Cuadrillos. Una vez en esta vía tendremos que girar a la izquierda e inmediatamente después a la derecha por la del Valle. En el siguiente cruce torcemos de nuevo a la izquierda y al pasar por el campo del fútbol nos internamos en el barrio de Cabanzo. Zigzagueamos izquierda y derecha en los siguientes cruces para desembocar en un paso subterráneo bajo la CA-147, entrada al núcleo de San Pantaleón en Castillo Siete Villas. Tras internarnos de nuevo por pistas vecinales salimos ahora sí a dicha carretera comarcal, cruzándola y continuando por el arcén derecho hasta el primer cruce en el que giramos a la izquierda. Pasamos por delante de la ermita de San Pantaleón y avanzamos por los barrios de San Juan, La Pedrosa y el Castillo, el cual destaca por la iglesia de San Pedro y su torre, declarada Bien de Interés Cultural.
Además este es el punto de reencuentro con los peregrinos que se decantaron por la variante de interior. Nada más superar el templo giramos a la derecha y a unos metros a la izquierda por una pista hasta el barrio de Monar, a las afueras de Meruelo.
Desde lo alto del valle pasaremos por la iglesia de San Miguel, paso previo a tomar de nuevo la comarcal y continuar por ella hasta un desvío a la izquierda a la altura de una parada de bus. Ya en el barrio de Solorga deberemos cruzar el río, rodeados de abundante vegetación y hasta de un viejo molino volveremos a respirar el aire más puro del bosque. Debemos coger fuerzas y respirar profundo ya que en tan sólo unos metros tendremos que comenzar a ascender hacia Bareyo. Entre medias, a través del camino de la Venera volveremos a la carretera comarcal tras superar la pequeña ermita de San Roque. Siguiendo el asfalto, el camino continúa a mano izquierda pero si seguimos en la dirección opuesta, a menos de diez minutos tenemos la iglesia románica de Santa María de Bareyo, declarada Bien de Interés Cultural.
Seguimos por la carretera local CA-447 ascendente hasta un camping, donde
comenzaremos por fin a descender. Atravesamos Villanueva, ya perteneciente a Güemes,
para proseguir por el camino de la Moraza y cruzar la comarcal por un camino a la
derecha. La ermita de San Julián, de origen románica pero con una nave única de estilo
gótico, fue en sus comienzos un hospital para peregrinos y se encuentra en el barrio de
El Cagigal o Quejigal, paso previo a nuestro punto y final de esta etapa en Güemes.
Km 5,7 – Santoña
Km 13,9 – Noja
Km 20,2 – San Miguel de Meruelo
Km 23,1 – Bareyo