Camino Francés: Etapa 17

Dejamos atrás Carrión de los Condes atravesando un puente, llegando así rápidamente al monasterio de San Zoilo, a las afueras de esta localidad. Situándonos a la derecha del templo, un mojón nos redirigirá hacia la ruta jacobea. Cruzamos una rotonda y seguimos de frente por la Avenida de Donantes.

Deberemos cruzar de nuevo, en este caso por la N-120, para coger la carretera PR-2411, la cual recorreremos por su margen izquierdo durante algo más de tres kilómetros hasta llegar a Villotilla. Antes de pisar la Vía Aquitania podremos intuir ligeramente los restos de la abadía de Benevívere, a mano derecha, monasterio del siglo XII que fue destruido tras la desamortización de Mendizábal. Unos metros más adelante pisamos ya la famosa vía romana, la cual recorreremos durante algo más de diez kilómetros, ausentes de sombra o cobijo. En la antigüedad, los romeros podían descansar y reponer fuerzas en uno de los dos hospitales de peregrinos existentes en la Edad Media, pero desafortunadamente nosotros debemos tomarnos este tramo con calma y mucha paciencia.

Pasaremos por un área recreativa, la cual carece de fuente, y posteriormente seguimos de frente en un cruce. En temporada alta podremos encontrar un bar ambulante antes de esta intersección, el cual apreciaremos como un auténtico oasis en el desierto. Un par de kilómetros más adelante, un indicador nos recordará que nos encontramos en la famosa Cañada Real Leonesa, una de las rutas más importantes de la trashumancia de la península ibérica.

Km 17,2 – Calzadilla de la Cueza

Con la solitaria compañía de los chopos, tendremos que recorrer otros cuatro kilómetros más para llegar al primer alto de hoy: Calzadilla de la Cueza, donde podremos comer algo o comprar víveres. Rodearemos esta población por su parte izquierda hasta una intersección con la N-120, en la cual seguiremos por la derecha para internarnos en una pista paralela a la carretera nacional. Nos aproximaremos a las ruinas del antiguo monasterio de Santa María de las Tiendas o también conocido como Hospital del Gran Caballero. Este centro fue fundado por la Orden de Santiago en el siglo XII, dando lugar posteriormente a la construcción del monasterio. Estuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX, desde el cual ha ido deteriorándose con el paso de los años.

Pisamos momentáneamente asfalto para volver a la senda paralela a la carretera nacional hasta un área recreativa donde se nos presentan dos opciones: continuar por la nacional hasta Lédigos, tras cruzar la carretera y tomar un desvío hacia la derecha, o abandonar esta vía para adentrarnos en una pista que, tras girar a la izquierda después de superar el área recreativa, enfila hacia una iglesia parroquial. No existen grandes diferencias entre ambas alternativas, ni de kilometraje ni de dificultad.

Km 23,4 – Ledigos

Ya en Ledigos, deberemos visitar el templo donde se venera al Apóstol Santiago en sus tres representaciones: el peregrino, el apóstol y el “matamoros”. Muchos peregrinos deciden pernoctar en esta localidad ya que cuenta con dos albergues. Desde este alto vislumbramos ya el final de esta etapa, Terradillos de los Templarios, a tan solo algo más de tres kilómetros; además de su estrecha relación con la Orden Templaria, la leyenda sitúa aquí el lugar de enterramiento de la gallina de los huevos de oro.

No olvides tener en cuenta:

Como en el día de ayer, esta etapa no alberga dificultad alguna en cuanto a la orografía del camino. Sin embargo, desde Carrión de los Condes a Calzadilla de La Cueza no encontraremos servicio alguno, ni siquiera una fuente donde rellenar las cantimploras. En algunos meses del año, un bar ambulante se coloca más allá de la abadía de Benevívere, pero al tratarse de un servicio itinerante no debemos de contar con él e ir bien cargados, sobre todo de agua, en los meses más calurosos. Como siempre, se debe de prestar mucha atención en los cruces por carretera, ya que en este caso al tratarse de una vía nacional el tráfico de vehículos es constante.

En cuanto a los peregrinos que viajan en bicicleta, la suave orografía de la etapa facilitará el normal desarrollo de la misma. Sin embargo, para los peregrinos con algún tipo de discapacidad, es probable que en determinadas épocas del año se encuentren piedras sueltas y zonas embarradas por la Vía Aquitana. Se recomienda seguir la N-120 desde Carrión de los Condes.

De nuevo, nuestro principal enemigo en esta etapa será el calor en los meses de verano, dada la ausencia de sombras y servicios durante casi diez kilómetros.