Camino Francés: Etapa 15

Salimos de Castrojeriz para afrontar uno de los mayores desafíos de esta jornada, el ascenso al Alto de Mostelares. Tan solo unos metros después de cruzar por un pequeño puente de madera emprenderemos la dura subida, de casi kilómetro y medio salvando un desnivel de 140 metros. Al llegar a la cima podremos recuperar el aliento apreciando las espectaculares vistas de toda la planicie castellana, lo que nos invita a continuar por terreno llano durante al menos unos cuantos metros. Ahora toca descender por una senda asfaltada, donde nuestras ya exhaustas piernas pedirán auxilio.

En cuanto el tramo comienza a volverse más llano, cambiaremos el asfalto por una senda de tierra. Seguimos por el camino de la izquierda hasta un área de descanso donde podremos refrescarnos en la fuente del Piojo, agua procedente de un manantial muy apreciado por su excelente calidad. Un poco más adelante, tras superar la parroquia de San Nicolás y su ermita de estilo románico, llegaremos al puente Fitero o de la Mula, sobre el río Pisuerga. Este puente es uno de los más largos de todo el Camino de Santiago y sirvió de frontera entre los reinos de Castilla y de Aragón durante muchos siglos.

Muy cerca de la iglesia nos encontraremos con un albergue donde se lleva a cabo una de las tradiciones más longevas de esta ruta milenaria: el ritual del lavado de pies a los peregrinos. Tras superar el templo y cruzar el puente llegaremos a Itero de la Vega, donde deberemos repostar y aprovisionarnos para los restantes ocho kilómetros.

Km 10,8 – Itero de la Vega

Abandonamos esta localidad, tras pasar por la ermita de Nuestra Señora de la Piedad y la iglesia de San Pedro, por la calle de Santa Ana, cruzamos una carretera y ponemos rumbo a Boadilla del Camino, trayecto en el cual no encontraremos ningún sitio donde resguardarnos. Hay quien decide finalizar esta etapa aquí, visitando eso sí la iglesia de la Asunción en cualquier caso. Para los que continúen, aún tendrán que recorrer algo más de siete kilómetros hasta Frómista. Cogeremos un desvío a la izquierda tras abandonar Boadilla para recorrer la distancia restante paralelos al canal de Castilla, cuyas aguas traspasaremos para vislumbrar por fin nuestro destino.

No olvides tener en cuenta:

Como en las jornadas previas y sobre todo si viajamos en los meses más calurosos de año, la ausencia de sombras podrán jugarnos una mala pasada. Conviene hidratarse frecuentemente y evitar las horas más calurosas del día. Además, la subida al Alto de Mostelares pondrá a prueba nuestra resistencia física, por lo que conviene tomársela con calma y disfrutar del paisaje.