Camino Francés: Etapa 11

Salimos de Belorado por la calle Hipólito López Bernal y por la Avenida del Camino de Santiago para reencontrarnos con la N-120 a su paso por el río Tirón, el cual cruzamos también. Recorreremos un sendero paralelo a la carretera hasta llegar a una gasolinera, en donde cogemos otra pista que nos llevará hasta Tosantos, la que puede ser nuestra primera parada.

Km 4,8 – Tosantos

Un área de descanso nos recibirá en la entrada de este pueblo típico del Camino, en el cual podremos encontrar un albergue y un bar donde desayunar. En lo alto podremos observar un santuario construido en el interior de la montaña, la ermita de la Virgen de la Piedra. En los alrededores hay algunas grutas y cuevas que en la antigüedad sirvieron de morada para los ermitaños que adoraban a la Virgen. Una pista a mano izquierda nos conducirá a la siguiente localidad: Villambistia, pequeño municipio que alberga una hermosa iglesia parroquial donde veneran a San Esteban. En su interior podremos apreciar varios retablos renacentistas. De su fuente, dice la leyenda, que mana agua con poderes sanadores. Según la historia, todos aquellos caminantes que se mojan en ella recuperan la vitalidad y se deshacen del cansancio.

Tras habernos refrescado en esta fuente sanadora, seguimos camino a Espinosa del Camino, cruzando de nuevo la N-120. Allí podremos hacer un alto y comer algo en alguno de sus establecimientos. Tras sortear una pequeña colina llegaremos a los restos del antiguo monasterio mozárabe de San Félix, edificado sobre una villa romana. Se cree que en él descansan los restos del fundador de Burgos y Conde de Castilla, Diego Porcelos.

Km 8,3 – Espinosa del Camino

Retomaremos un sendero que discurre paralelo al margen derecho de la N-120 para ya vislumbrar Villafranca de Montes de Oca, el que supondrá un punto y seguido en la jornada de hoy. Antes de comenzar el ascenso debemos hacer acopio de todas las provisiones que pudiésemos necesitar, ya que restan unos doce kilómetros hasta la siguiente localidad y entre medias no encontraremos servicio alguno. Aprovechando esta parada para repostar, podremos visitar la iglesia de Santiago, cuya puerta del Perdón solo permanece abierta en año Jacobeo, facilitando así el jubileo a aquellos peregrinos que por algún motivo no puedan completar la ruta hasta Compostela. Este templo de capilla barroca alberga tres imágenes y una pila bautismal construida con una gran concha natural. Dejaremos la iglesia a nuestra izquierda y el antiguo hospital de peregrinos de la Reina (actualmente un establecimiento hotelero) para emprender el tramo más complicado de hoy, la subida hacia San Juan de Ortega.

Km 12 – Montes de Oca

Este ascenso transcurrirá por los conocidos como Montes de Oca, entorno de gran belleza pero que supondrá un tramo complicado para más de un peregrino dadas sus subidas rompepiernas. Se considera a estos montes el paso natural entre las planicies de los valles riojanos y la meseta burgalesa, atravesando el Sistema Ibérico. En la antigüedad, además de la dificultad intrínseca de sus fuertes pendientes, los peregrinos tenían que hacer frente también a los malhechores que acechaban en los matorrales dispuestos a robarles sus pertenencias. Hoy en día, la soledad de estos bosques invita a desconectar y a disfrutar del paisaje, lleno de hayas, robles y fresnos.

Tras casi dos kilómetros de subida podremos recuperar el aliento en el mirador de San Millán y la Demanda, a partir de aquí las pendientes comienzan a suavizarse. A través de una pista forestal, pasamos por un monumento a los caídos en la Guerra Civil Española y gracias a un pequeño puente sortearemos el río Catarrón. Debemos hacer un último esfuerzo para ascender al Alto de la Pedraja, a unos 1.150 metros de altitud, para llegar al templo dedicado a San Nicolás de Bari, obra de San Juan de Ortega. Este Santo, cuyo nombre original era Juan de Velázquez y fue discípulo de Santo Domingo de la Calzada, dedicó su vida a ayudar a los peregrinos, financiando la construcción de puentes, albergues y calzadas. Su gran obra fue esta iglesia monacal, testigo cada año del famoso “Milagro de la Luz”. Cada 21 de marzo y 22 de septiembre, equinoccios de primavera y otoño, la luz entra por un ventanal del templo para iluminar el capital de la Anunciación. Si viajamos en estos días no podemos perdernos este bello acontecimiento, normalmente a las cinco de la tarde y perfecto para finalizar esta onceava etapa.

No olvides tener en cuenta:

Para las personas con movilidad reducida esta etapa es categóricamente impracticable, salvo algunos pequeños tramos. Es necesario desplazarse en algún medio de transporte hasta San Juan de Ortega. En cambio, para los ciclistas, también supondrá un trayecto complicado en algunos tramos pero en general no tendrán dificultad alguna para superarlo.

Si el día está lluvioso es probable que los tramos que discurren entre terrenos estén embarrados, pudiendo en el peor de los casos desviarse y continuar por la N-120, sobre todo en el ascenso desde Villafranca.