Camino del Norte: Etapa 29

Dejamos atrás Abadín partiendo de la oficina de Correos, donde tan sólo un kilómetro más adelante nos despediremos también de su iglesia en honor a Santa María. Allí, tomamos un camino descendente a mano derecha que se interna entre multitud de árboles hacia el río Abadín, el cual cruzamos por una pasarela de madera. Caminos asfaltados y de tierra nos conducirán cómodamente a Martiñán, en cuya localidad cruzamos la carretera nacional en busca de uno de los puentes más famosos de a Terra Chá. Antes de llegar a él, cruzamos la autovía por un puente dirección a Castromaior, desde donde descenderemos de nuevo hacia el río para volver a la autovía por un paso subterráneo. Nos sumergimos así en el típico rural gallego, donde es conveniente resaltar que durante los siguientes siete kilómetros no encontraremos servicio alguno, concretamente hasta el lugar de Viladóniga.

Tras estos pequeños núcleos poblacionales llegaremos a la primera parroquia de Vilalba: Corbelle. Ahora sí que estamos cerca del puente de Martiñán, tan sólo tendremos que cruzar la carretera nacional para apreciar esta obra de ingeniería civil del siglo XVII, bajo los cánones imperantes de la época y realizado con métodos de artesanía tradicional de la zona.

Tras una pequeña subida nos adentramos definitivamente en a Terra Chá: tenemos por delante unos diez kilómetros de orografía suave, alternando caminos de tierra con pistas asfaltadas. La siguiente parroquia por la que pasaremos será la de Goiriz, donde destaca su iglesia parroquial de estilo neogótico. De frente al templo debemos seguir la carretera nacional durante escasos metros para desviarnos por un camino en el lugar de O Francés, justo junto a un lavadero. Vilalba está ya a un tiro de piedra, situándose el albergue de peregrinos en el polígono industrial a las afueras de la ciudad, a un kilómetro aproximadamente del casco histórico. No podemos dejar la oportunidad de visitar su famoso arce blanco, llamado la Pravia y situado a la entrada de esta localidad, y la torre del antiguo castillo de los Andrade (actualmente el Parador de Turismo). También podemos visitar la iglesia parroquial de Santa María y el Pazo de Penas-Corbeiras, situado a poca distancia del centro.

No olvides tener en cuenta:

Al tratarse de una orografía suave y sin pendientes pronunciadas, los peregrinos no encontrarán escollo alguno para finalizar esta etapa. Tampoco hay que transcurrir demasiado por carretera, pero como siempre recomendamos prestar atención en los cruces de la N-634. Esta etapa no supone dificultades añadidas para ciclistas o personas con movilidad reducida.