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Camino Francés
En la época medieval, se convirtió en la mayor ruta de
peregrinación del Camino de Santiago y así ha continuado hasta
nuestros días. Las razones de ser la ruta más reconocida son
varias, debido a su conexión con Francia, todos los peregrinos
que venían desde Europa a visitar los restos del Apóstol, debían
pasar por esta ruta. Además, uno de los capítulos del famoso
Códice Calixtino, contiene una guía del Camino Francés,
provocando que fuese la única ruta documentada en su momento.
Posteriormente, debido a la importancia dada por la monarquía,
iglesia o personajes ilustres, ganó una renombre que solo se vio
marcado negativamente en el momento de la conquista del
territorio hispano por los musulmanes en el siglo XI.
Este trazado comienza desde la localidad de Saint Jean Pied de
Port recorriendo, durante 764 km y 33 etapas, el
interior-norte del territorio español, pasando por localidades
como Roncesvalles, Pamplona, Burgos o León, entre muchas otras.
Se caracteriza por ser
una de las rutas con mayor patrimonio cultural e histórico
por las razones anteriormente descritas. A lo largo del trazado
podrás encontrarte con Catedrales imponentes e iglesias famosas.
Todo ello, unido a la gran cantidad de servicios destinados a
los peregrinos, provoca que sea una de las rutas más cotizadas.
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Camino Portugués
Comenzó como una ruta más comercial tras la independencia del
territorio portugués frente al español a partir del siglo XII.
Con el tiempo, debido a la fama que la Catedral de Santiago y
los restos del Apóstol consiguieron, esta ruta comenzó a ser
peregrinada por los creyentes que querían llegar a Santiago de
Compostela y expiar sus pecados. Hoy en día, se ha convertido en
una de las rutas más importantes del Camino, llegando a
ser la segunda ruta más peregrinada después de la francesa.
El Camino comienza en Lisboa, capital de Portugal, continuando
por 620 km de recorrido en 24 etapas hasta la Catedral,
entrando en territorio español por la localidad gallega de Tui,
uno de los puntos de inicio más requeridos por los peregrinos
que realizan por primera vez el Camino o no disponen del tiempo
necesario para realizar todo el trazado.
Esta ruta destaca por el cruce de culturas que protagoniza, ya
que cruza dos territorios hermanados como son el español
y el luso. De recorrido suave, esta ruta es escogida por
peregrinos que tratan de evitar las grandes cuestas o terrenos
duros que pueden tener otras rutas jacobeas, como el Camino
Primitivo.
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Camino del Norte
Esta ruta fue la principal alternativa en el momento que el
Camino Francés se encontraba ocupado por tropas musulmanas por
lo que, todo peregrino, tanto español como del resto de Europa,
debía de transitar por este trazado, única ruta que no se
encontraba ocupada. Después de la Reconquista del territorio
español, comenzada en el siglo XII, la vía comenzó a perder
cierta importancia a favor del Francés, aunque continuaría
siendo una de las más importantes hasta el día de hoy.
Comienza en territorio vasco, comunidad del norte de España, en
concreto, en la localidad de Irún. Es la ruta más larga (sin
contar conexiones), ya que suma más de
820 km de recorrido divididos en 32 etapas que
transcurren por todo el territorio norte español, motivo por el
cual también es denominada Camino de la Costa.
Seguramente sus paisajes sean los de mayor belleza entre
todas las rutas jacobeas ya que conecta las vistas marítimas de
las playas del mar Cantábrico y sus acantilados, con las zonas
verdes características de la zona norte. Aunque cuente con
ligeras cuestas pronunciadas a lo largo de la ruta es, sin duda,
una ruta que vale la pena escoger.
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Camino Primitivo
La primera ruta de la historia. En el año 813, corría el rumor
de que se había descubierto la tumba del Apóstol Santiago en lo
que por aquel entonces se conocida como el territorio de
Gallaecia (actual Galicia). Hasta allí fue el rey Alfonso II, el
Casto, para comprobar si los rumores eran ciertos. Partió desde
Asturias en dirección Santiago de Compostela y, el trazado que
recorrió, fue considerado como la primera ruta jacobea,
todavía existente con el nombre del Camino Primitivo.
Comienza en la capital asturiana, Oviedo, atravesando la
comunidad hasta introducirse en Galicia por la provincia gallega
de Lugo y acabar en Santiago en un
recorrido de 313 km con 11 etapas.
Su trazado es uno de los más exigentes dentro de los Caminos de
Santiago puesto que recorre la zona montañosa entre las
comunidades de Galicia y Asturias. Sin embargo, debido a esto
mismo, está
considerada como una ruta de superación personal y,
además, es menos transitada por lo que, si buscas realizar el
Camino sin mucha masificación peregrinos, esta es tu ruta.
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Camino Inglés
Su nombre está estrechamente vinculado a su historia puesto que,
debido a la gran importancia que tuvo, hace siglos, la ruta
marítima ente las islas británicas, eran muchos los navegantes
ingleses que realizaban la peregrinación para presentar sus
respetos ante los restos del Apóstol. Tal fue su fama, que
existen hechos documentados de Cruzados y Templarios que,
previamente a dirigirse a Jerusalén, hacían escala en costas
gallegas para realizar la peregrinación a Santiago y pedir al
Apóstol protección en Tierra Santa.
Su recorrido suma 120 km en 6 etapas, comenzando en la
localidad portuaria de Ferrol. Curiosamente, esta ruta también
dispone de otro punto de inicio, la localidad de A Coruña.
Debido a su importancia histórica y su vinculación con la
capital gallega, el cabildo de Santiago le concedió el honor de
ser parte del trazado jacobeo, pudiendo conseguir la ansiada
Compostela pese a solo recorrer 75 km hasta Santiago (100 km son
los mínimos necesarios para conseguir la Compostela).
El verde y la cultura gallega predominan en esta ruta que
recorre las profundidades de la comunidad de Galicia. Si
buscas poder apreciar la magia que contiene esta tierra, este
trazado es la opción que debes escoger para tu aventura por el
Camino de Santiago.
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Camino Portugués por la Costa
Una de las rutas más jóvenes dentro del trazado jacobeo. Es
joven por nombramiento como itinerario dentro del Camino de
Santiago. Sin embargo, la historia la atestigua como
una ruta tan antigua como el Camino Portugués clásico ya
que han sido varios los personajes ilustres, los que realizaron
la peregrinación por este trazado.
Este itinerario recorre los
280 kilómetros que separan Oporto de Santiago de Compostela
en 9 etapas
por la Costa y 3 por el Camino clásico. Se le conoce como Camino
Monacal por los numerosos monasterios que se encuentran a lo
largo del recorrido.
La ruta es en general llana y transitable todo el año, discurre
entre acantilados, montes y estuarios. Se inicia en la
importante ciudad de Oporto y atraviesa ciudades como Póvoa de
Varzim, Viana do Castelo, Esposende, A Guarda, Baiona…
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Vía de la Plata
Comenzó siendo una de las calzadas más importantes empleadas por
el antiguo imperio romano para conectar Mérida con Astorga. Con
el tiempo, la calzada llegó a ascender desde el sur de España
hasta la capital gallega, representando el recorrido que existe
hoy en día. Su vinculación jacobea nace después del saqueo
realizado por tropas musulmanas a la Catedral de Santiago donde
se llevaron las campanas del templo hasta Córdoba. Tras su
recuperación, después de la caída de Al-Andalus en la
Reconquista española, se devolvieron a su lugar de origen por
esta Vía.
En esta ruta se presenta la oportunidad de, llegado el momento,
continuar y unirse al Camino Francés, o desviarse a la altura de
Puebla de Sanabria y continuar por el Camino Sanabrés.
Dependiendo de la ruta escogida, variarán los km recorridos,
pero rondarán los 950 km distribuidos en 27 etapas,
convirtiéndose en la ruta más larga con uniones.
Durante épocas veraniegas, esta ruta presenta temperaturas
elevadas debido a que su origen se encuentra en el sur español y
con escasos lugares donde ponerse bajo sombra y descansar. Pese
a esto, cada año cuenta con más adeptos debido a ser un
camino con una gran historio y con tesoros patrimoniales.
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Camino de Invierno
Durante las épocas invernales, el Camino Francés se complicaba
en determinados tramos debido a las nevadas, es por ello que los
peregrinos tenían la necesidad de buscar una alternativa que los
llevase a correr menos riesgos. Su solución fue, tras salir de
Ponferrada, desviarse al suroeste y evitar la subida a O
Cebreiro entre otros retos y adentrarse en Galicia a través de
la comarca de Valdeorras, en la provincia de Ourense. Es por
esta necesidad de esquivar la dureza del invierno que se le dio
el nombre de Camino de Invierno.
Desde el desvío en Ponferrada, esta ruta continúa durante
260 km desgranadas en 8 etapas hasta llegar a la
Catedral. Presenta una curiosidad que el resto de rutas no
disponen y es que, durante el trayecto, podrás pasar por las 4
provincias que componen la comunidad de Galicia, A Coruña, Lugo,
Ourense y Pontevedra.
A pesar de lo que su nombre indica, esta ruta no se realiza
únicamente en épocas invernales. Debido a sus paisajes y tesoros
patrimoniales, esta ruta es peregrinada todo el año.
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Camino a Finisterre
Fisterra, del latín finis terrae, enclava sus raíces mucho antes
del nacimiento de la ruta jacobea. Numerosos estudiosos indican
que en esta zona se podría vincular la antigua ciudad de Dugium
con la tan famosa Atlántida y el asentamiento de una tribu celta
llamada «nerios». Fue así como comenzaron a proliferar multitud
de asentamientos y cultos al dios sol, el que cada día resurgía
de entre las aguas del Atlántico. El Apósotol Santiago consideró
estos cultos como obras paganas y las mandó destruir. Ante la
negativa del pueblo a realizarlo, se dice que una gran
inundación arrasó a todo el poblado. Todo esto vinculado a los
milagros ocurridos en Muxía, provocaron que muchos peregrinos,
al llegar a Santiago, continúen su aventura un poco más hasta
Fisterra.
Esta es la única ruta que no acaba en Santiago de Compostela,
sino que empieza desde Santiago. Hasta Finisterre existen
5 etapas sumando 120 km entre ellas. Este recorrido se
indica teniendo en cuenta que se visitará tanto Muxía como
Finisterre. Si no lo tenías pensado, deberías planteártelo,
ambas localidades tienen un encanto que no te puedes perder.
A través de esta ruta, podrás visitar lugares arraigados a la
cultura gallega profunda,
una oportunidad de conocer el encanto de la comunidad
gallega. Además, en su transcurso, podrás ver la Cascada del Ézaro,
única cascada en Europa que desemboca directamente en el mar.
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